domingo, 19 de diciembre de 2010

domingo, 12 de diciembre de 2010

sábado, 27 de noviembre de 2010

Transparente

Las sombras siempre me han fascinado, aunque sufran ese injusto menosprecio hacia su labor. Supongo que sonará algo idiota, pero eso ya no lo puedo evitar.
No impota lo alto que saltes, lo mucho que te separes de tu sombra, porque cuando caigas, tu sombra siempre estará ahí para recogerte, para unir con lazos oscuros los pequeños pedacitos de ti que se rompieron al llegar al suelo.
No importa cuanta luz haya, ni de donde venga. No importa lo intensa que sea... Siempre habrá sombra.
A tu espalda... o dentro de ti.
Las sombras siempre están ahi, y cuando muramos, seguirán estando. Nuestra propia sombra es lo único que sabemos que jamás podremos perder...
Entonces, ¿por qué la gente teme a las sombras?
Si no son más que los reflejos oscuros de las cosas, que las unen a la realidad.
¿Será que las sombras, pueden comerse a la gente?

...Pero las mejores sombras, sin duda, son las de lo transparente. Las sombras de lo que pensamos que no se puede ver.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Come in...


¿Así que esto es lo que queda...

...cuando se apagan las estrellas?



[Great drawing: Darkness Bringers, from Pearl Eden]

sábado, 30 de octubre de 2010

¿Perdona?

Los dedos temblando sobre el papel. Sin saber que escribir. Ahogándose en lágrimas que no pueden llorar y que no pueden decir, pues la pluma olvidó su tinta...
...en algún armario trastero. O quizá en alguna colmena. Tantos recovecos que no puede encontrar el camino de vuelta; el único camino que hay.
Y su mirada se eleva más y más. Hasta que olvida dónde quedaron sus dedos.
Pero el cielo tampoco sabe escribir. Aunque sí sabe llorar.
Y llora las lágrimas de tinta ácida que le llenaban las entrañas. Y quema los bosques y destruye las cuidades.
Lamiendo el papel con llamas apagadas, que no sienten ni comprenden; que no saben por qué son.
Y cuando el papel desaparece, los dedos dejan de temblar. Ya no hay que preocuparse de qué escribir. Porque las lágrimas le llenaron por dentro, el ácido bailó con sus pulmones, y lentamente, murió.


Ojalá el miedo viniese con manual de instrucciones...

Nat u

Hacía frío, mucho frío. Quizás dentro de poco comenzase a nevar.
El viento hacía temblar todo con una fuerza increíble. Movía el aire gélido cortando su piel, haciéndola estremecerse hasta los huesos.
Y ella no se podía mover.

Seguía allí sentada, frente a la puerta.
A veces miraba hacia atrás, hacia la puerta que la impedía pasar
con los ojos bañados en lágrimas
deseando que, de una vez por todas, la puerta se abriese.
Deseando poder alejarse del frío.

Pero la puerta nunca se abría.
Y ella seguía sentada en el suelo,
sobre las piedras que, con el paso del tiempo, se enfriaban más y más.
Mirando a ningún sitio
acariciando entre sus dedos la llave...
...por miedo a perderla.




Abrazos fantasmas~

[Imagen: "Autumn" http://spaz-stock.deviantart.com/]

sábado, 23 de octubre de 2010

Of course

Tenías razón
como siempre
como cada vez que creí que no la tendrías
como cada vez que deseo que te equivoques.





















Tenías razón,
este mundo no está hecho para mi...
O quizá sea al revés.
¿A quién le importa?
Como siempre, tenías razón.

Por supuesto.
No sé cuándo entenderé que jamás te equivocas
que siempre sabes ver un poquito más allá.

You were right.
As always,
so, so right
now I understand
I can't do it,
I'll never be the person I pretended to be.
Never.



Abrazos comprimidos...

[Imagen: "Mind Disaster" http://ashwings.deviantart.com/]

viernes, 22 de octubre de 2010

Parchís.

-Sí, Lagartija, supongo que tienes razón. Supongo que eso es lo que me debe hacer sonreír...
-Claro que sí ¡Vamos, sonríe! ¿Qué te cuesta?
-No, nada, claro... no es eso. No me preocupa "lo que me cueste"
-¿Entonces? ¡Sonríe! Es gratis.
-Lo sé... aunque no puedas creerlo, yo antes solía sonreír.
-¿Y por qué ahora no?
-... No me sale
-Oh, vamos ¡nadie olvida "sonreír"!
-Entonces quizá es que yo soy nadie.
-Por favor, Cajón, no digas tonterías.
-Lo siento. De todas formas, no entiendo por qué debería sonreír.
-Sonreír te hace más feliz, créeme. No es sólo a la inversa. Además, ya sabes "sonríe aunque estés triste: nunca sabes quién se puede enamorar de tú sonrisa".
-...Eso es verdad. No pienso volver a sonreír: ¡a saber cuántos idiotas se enamorarían de mi sonrisa de mentiras sólo para hacerse felices a sí mismos!


~Dedicado (tarde) al SPIRIT DAY :)

PURPLE HUGS!!!

lunes, 18 de octubre de 2010

Sólo un poco :)

Hoy... quiero una vida nueva~
Que esta ya tiene las esquinas gastadas.


Y es que hay veces que me gustaría cambiarlo todo.
Como tú dices, hacer una hoguera ^^
Mandarlo todo un poco a la mierda...
Pero sólo un poco.

Sin embargo, sería tristemente sencillo, ¿no crees?
Como si una ola viniese hacia mí
(no una ola de agua... sino una ola de todo lo que no lo es ^-^)
Y yo simplemente cerrase los ojos
deseando que la resaca no me lleve tan adentro...
tan lejos.
Nunca me gustó rendirme, qué le voy a hacer.
Después de todo es solo un reto; un pasito más...
la diferencia es que ahora no veo el suelo al otro lado.
Es un escalón invisible. Pero se esconda o no, sé que está ahí.


Me gustaría encontrar un sitio a medio camino del cielo
donde poder olvidar los cachitos de vida
disonantes

sábado, 16 de octubre de 2010

Don't even...

Fue... extraño. Sí, esa era la palabra: extraño.
Como un sueño demasiado tangible para ser sólo imaginado, de ésos que cuando pasa el tiempo, se confunden con los hechos; o como una realidad demasiado densa para existir.

Ya ni siquiera lo recordaba con detalle ¿había sonreído? ¿Cuánto tiempo había permanecido allí, perdida en medio de nada?... A veces aún pensaba que había sido fruto de un juego de su imaginación.
Apenas recordaba el rostro que había dado la vuelta a su mundo, pero sí recordaba el lugar. El lugar donde se olvidó de que todo había acabado, y la vida cambió de nuevo para ella.

Solía imaginar que el destino, cuando la vio detenerse en aquella calle en medio de la gente, se había reído de nuevo de ella. Con una risa maliciosa pero discreta; como un gato de Cheshire, con la risa de las cosas que no deben reírse.
Y sin embargo, durante años, había regresado una y otra vez a aquel lugar. Y apoyada en un muro de piedra pasaba horas, que parecían días, mirando a la gente pasar, con la vaga esperanza de encontrar su mirada oscura entre las demás... o de encontrar el cachito de sí misma que se había caído al volver a verlo aquella tarde.

Entonces el cielo reflejaba el color dorado de las hojas que caían, y el viento revolvía su pelo una y otra vez. Seguramente fueran aquellos detalles sencillos los que la hacían sonreír, aunque caminase sola. Quizás fue su inusitada sonrisa otoñal lo que hizo que él la mirase.
Y de repente, todo se detuvo. Y todo eran sus ojos; gris oscuro, casi negro, que hicieron oscurecerse al atardecer.

¿Cómo había llegado él allí? Desapareció hacía años.
Su corazón latía acelerado.
¡No! Aquello no estaba bien. Él no podía estar allí… tenía que haberse marchado. No podía estar viéndolo. No podía seguir queriéndolo.

El tiempo perdió su rumbo, y se encaminó hacia el infinito junto con sus pensamientos; todo se detuvo, ya no soplaba el viento, nada se movía. Por un momento tuvo miedo de que nunca llegase a anochecer.
Hasta que una risa lejana llegó a sus oídos. La escuchaba distorsionada, como si estuviese bajo el agua, y casi creía que había desaparecido… cuando chocó contra sus piernas.
La niña la miraba desde abajo, con cara de traviesa culpabilidad. Ella sonrió, no pasaba nada.
Y para su asombro, la niña echó a correr. Un instante después apareció un niño persiguiéndola, apenas unos centímetros más alto que ella. Los dos reían, ajenos al resto del mundo, esquivando a la gente que permanecía inmóvil en mitad de la calle, y él sólo le dedicó una mirada fugaz… gris oscura, casi negra.

Su corazón dio un vuelco al ver esos ojos, y su mirada corrió a buscar a aquellos que la habían mirado antes. Pero sólo encontró al tiempo, que de nuevo marchaba a su ritmo normal. El cielo volvía a ser dorado, y cada vez faltaba menos para la noche; la gente volvía a moverse, con el viento jugueteando con sus cabellos, pero eso a ella le daba igual.

Él había vuelto a desaparecer… en la misma dirección en que se perdieron las risas de aquellos niños.


Abrazos que son besos xD
PD: Menos a María, que se mete con ellos =)

jueves, 14 de octubre de 2010

Writhe

Llovía. Llovía a mares.
Por los lados de la carretera descendía el agua en inmensos torrentes, y la tormenta no parecía tener intención de arreciar.
Sin embargo, pidió al taxista que parase dos manzanas antes de llegar a casa, y le pagó en billetes pequeños, atados con un lazo rojo. Cuando se los dio, su sonrisa arañaba el infinito.
La lluvia la iba empapando, de dentro hacia fuera. No importaba; caminaba despacio, arrastrando un paraguas cerrado que cada vez pesaba más.
Se detuvo ante la puerta blanca: un río se cruzaba en su camino. Miró apenada a sus zapatos, sus flamantes tacones del color verde del mar. Los cogió con toda la delicadeza del mundo, no quería estropearlos... y los lanzó tan lejos como pudo. Que los estropease otro.
Se adentró en el río de agua oscura. Metió los pies, uno tras otro, con premeditada lentitud. Y dejó que las medias absorbiesen el líquido, sintiéndolo ascender por sus piernas, cada vez más.
Pero de repente, el río se secó. Sólo quedaba ella, mirando de frente a la puerta blanca. Y la tormenta.
Se quitó la chaqueta y dejó el pelo empapado caer sobre sus hombros, serpentear por su espalda, hacerla cosquillas... No quería entrar.
Dentro todo estaba seco, y el aire estaba tibio, como si fuese a empezar de nuevo el verano... pero ya casi era invierno. Y en invierno por las noches, no hacía calor.
Se miró a sí misma: descalza y empapada, con los rizos de su pelo perdidos entre una maraña de recuerdos desgastados... y un vestido color verde mar.
Y en su cabeza, sólo el eco de las gotas al caer sobre la acera.
Hasta que llegó la voz:
-¿Eres tú? ¿Ya has llegado? ¡Por fin! Creí que te habría...
Un golpe seco.
Y pasos corriendo escaleras abajo, que se detuvieron de repente.
Bajo el vestido del color verde del mar, ella yacía en el suelo, en medio del recibidor.
En su mano derecha, un paraguas cerrado, lleno de agua.
En la izquierda, llevaba miguitas de olvido, que había tirado por el camino... pero los pájaros se las habían comido, y la lluvia había borrado sus huellas.
A su alrededor, un mar oscuro invadía la moqueta.
Estaba empapada.
Y sonreía, aún con los ojos cerrados.
Pero también lloraba...

...o tal vez no. Tal vez sólo fuese la lluvia.



Abrazos saladitos :)

miércoles, 13 de octubre de 2010

Trust

Siempre he admirado a los esqueletos...

por esa forma tan natural
que tienen de sonreír

...aunque en realidad estén muertos.



Abrazos fugaces ^-^

miércoles, 6 de octubre de 2010

¡Chof!

Lúa adoraba nadar en el mar, desde que era pequeña. Dejarse llevar por las olas, perseguir a aquellos pequeños peces que siempre se le escapaban entre los dedos en el último momento.
Cuando salía del agua se sentía extraña; casi no sabía cómo andar con sus propios pies.
En realidad, habría deseado no tener que andar, poder quedarse a vivir en el mar para siempre, hasta que le saliesen branquias y lentamente -al menos así creía que ocurriría- una bonita cola de sirena. Y nunca tendría que volver a andar.
Pero había una cosa que deseaba aún más que poder nadar eternamente: poder volar.
Lúa era una niña que quería volar sin alas.
La primera vez que subió a un avión, casi no se tenía en sí por la emoción ¡aquello era increíble! ojalá pudiese hacerlo cada día.
Pero no podía. Porque sólo era una niña; y las niñas no pueden pilotar aviones.
Entonces lo tuvo claro: había otra forma de volar. Subiendo alto, muy alto.
Y subió tan alto que las nubes se tragaron el suelo.
Y a su espalda se abrieron las alas que nunca había visto, pero que sabía que estaban allí ¡porque tenían que estar!
Saltó del rascacielos sin pensarlo ni un segundo más.
El viento en su cara, fresco, casi haciéndola llorar. Aquella sensación de vértigo, de velocidad infinita.
Por primera vez, Lúa se sintió libre, se sentía una más con el Universo. Aquel era su lugar.
Y a medio camino entre el cielo y la tierra, abrió sus brillantes alas y se dejó llevar por el viento.
Ya nada podría detenerla.

...La enterraron al día siguiente, a las cuatro de la tarde.
Al parecer, el suelo sí fue capaz de detenerla
¿Quién sabe dónde habría llegado si no?

A sus padres les apenó su muerte sobremanera.
Porque había muerto su hija, su pequeña Lúa...
Y porque tuvieron que comprar un ataúd enorme para poder guardar sus alas.


Abrazos supercalifragilísticos ^^

martes, 5 de octubre de 2010

Grietas

¿Y qué más me da que tú ya no estés aquí?

Te marchaste sin despedirte, y sé que no miraste atrás. Porque yo sólo era una cría, un poquito de nada en medio de un océano de todos inmensos, que giraban contra ti, que no te entendían.

Si lo hubiese sabido, si hubiese sabido cómo iba a cambiar todo, jamás te habría dejado marchar. No sé cómo detenerte; nunca lo supe… pero al menos lo habría intentado. Sin embargo yo sólo era una cría, ¿cómo iba a impedirte avanzar, si ni todo el Universo puede?

Muchas veces, demasiadas, he deseado que vuelvas tus pasos atrás. Y que tú vuelvas a ser nada, y yo vuelva a ser una niña, disfrutando de ti sin saberlo, sin poder imaginar que te irás.

Quizá algún día logre entenderte. Tus cambios de humor, por qué tan pronto te arrastras como vuelas. Qué hace que aún sigas en pie sin detenerte. Quizá algún día descubra si realmente eres tanto como algunos dicen, o tan poco como otros piensan. Si lo eres todo o si es simplemente mi imaginación de cría abandonada, que quiere que lo seas.

Echo de menos los viejos momentos, pero ahora me doy cuenta de que no quiero que vuelvas. No quiero tener que decirte adiós de nuevo sin quererlo. No quiero que te vuelvas a ir mientras yo miro al cielo perdida, preguntándome cómo funciona todo… sin ser consciente de que es por ti.

Y es que al final, ¿qué más da si te vas o te quedas? Aún soy demasiado cría como para mirarte de frente y hacerte parar.

No importa.

Aunque tú no estés, no seas el mismo, yo puedo seguir siendo yo. Mientras pueda caminar por la calle saltando las grietas del suelo y volar sobre las rayas negras de un paso de cebra para que los tiburones no se coman mis pies; mientras pueda tumbarme en el suelo a mirar al techo esperando que le salgan las estrellas y después mirar al cielo a los ojos y sonreír… sabré que no pasaste en vano; que aprender no siempre significa perder.

Puede que algún día te necesite. Que necesite que pares y me esperes…
Puede que todo lo que el tiempo necesite para detenerse es que alguien le mire a los ojos y le coja de la mano.

~Por favor, espérame. No te vayas sin mi...


Abrazos que esquivan tiburones =)=)

PD: http://www.youtube.com/watch?v=0XsIeebxa-U&feature=related :3 ¿No ha sido magnífico?

lunes, 4 de octubre de 2010

Q.C.D

Un títere rotocon una sonrisa torcida, cosida...
...forzada.
Rómpeme las piernas para que no pueda volver a andar
que el dolor me haga llorar entre carcajadas
que sepan a odio y miel.
No me dejes volver a ser yo,
enséñame a no ser.
Vente conmigo a vivir a la tierra natal del olvido;
dos pasos por encima del mundo. Latitud: el infinito.
Y ahoguémonos en destellos azules.

domingo, 3 de octubre de 2010

God Child

He was an old child.

Tenía los ojos del color del caramelo
pero él nunca los pudo ver.

Era un niño viejo.

Le habían encadenado las alas.
Y se le cayeron por no poder volar.


Porque en un mundo de color ámbar y negro
el blanco de la inocencia
desangraba a aquellos que no querían ver.

Y aunque sus manos sudasen sangre
y el miedo a la muerte le impidiese dormir
~
No importaba su dolor…
…mientras no manchase los caminos de rojo carmesí.

Grey hugs! ^^
PD: Imagen de ChaoxAngel (@http://chaoxangel.deviantart.com/)

Wood'n'Fire

Era como un domingo al amanecer.

Como una cinta transportadora que se pierde en la distancia; que lleva a ningún sitio.

Era como una película barata.

Como un río roto que llora cascadas y piedras afiladas.

Y no hay ninguna rama que te salve de la caída.

Una moneda que cae para siempre, porque nadie la recoge del suelo.

Era todo.

Y era nada.

Porque a nadie le importaba.


Abrazos pegajosos *-*

viernes, 1 de octubre de 2010

LOV3

Adoro la tierna ingenuidad de quien te envía mensajes esperando una respuesta que no llegará. Me encanta imaginar esa punzadita en su pecho al darse cuenta de que jamás van a obtener una respuesta. Supongo que es cruel por mi parte, pero cuando me lo planteo a mí misma, me doy cuenta de que sería aún más cruel contestar.

Si alguna vez alguien se olvidase de mí, se cansase de escuchar mis tonterías infantiles, o simplemente se diese cuenta de que no me aguanta, preferiría que lo mostrase. No pido que me lo digan a la cara. Habréis escuchado la típica frase "si tienes algo que decirme, dímelo a la cara". Pues no. Si te dicen esas cosas a la cara, te duele, incluso si lo sabías de antes. Pero tampoco quiero que me mientan, que hagan como que no pasa nada cuando en realidad no soportan el estar a mi lado.

Supongo que por eso lo hago yo.
Tiendo a aburrirme de la gente. Es un defecto feo, lo sé, pero en realidad tampoco me importa. Simplemente, olvido a quien no me interesa, como si generase indiferencia. Y quiero pensar que es esa indiferencia hacia la gente la que me permite ser un poco cruel.
Sí, me encanta ver cómo decepciono a la gente, cómo les desilusiono, cómo poco a poco se van dando cuenta de ello. Los mensajes cada vez más cortos. Olvidando lo que querían contar.

Hay algo de adorable en las esperanzas rotas.

Resulta encantador~

lunes, 27 de septiembre de 2010

Harta de estar harta

Nombres de mentiras
para contar un cuento de hadas, que al final nunca dice nada.
Nombres de mentiras para sueños de mentiras.
Que sepan a fresas...
de esas que te hacen crecer alas si cierras los ojos con suficiente fuerza.
Y subir a ver la flor que se esconde tras esa esquina.
Que no se ve a simple vista;
y es que si la ves, no eres normal.
Buscando en cunas azules el pasado que nos hizo llorar.
Acunarlo sentados en ese sofá roto, y cuando despierte, dejarle volar.
Escondernos bajo el techo de aquella iglesia derruida, donde el Sol no nos pueda encontrar.
Que escuche nuestras risas, que saboree tus cuentos, pero que no los pueda ver.
¡Que se le caiga el fuego de la envidia!
~

Y que la vida sea
como esos rayos de luz
que se come el mar cuando buceas
y que escupe al verte sonreír.


~Abrazos enfrikizados! :D

viernes, 24 de septiembre de 2010

Aire tejido (II)

Un día, mientras caminaba por el solitario infinito
chocó de frente contra alguien.
El impacto hizo caer ambos cuerpos
entre suaves quejidos de dolor.
Él intentó alejarse corriendo
antes de que le hiciesen daño,
pero la luz que arrastraba era demasiado pesada para él.
Apenas podía moverse.
Y sin que él lo supiese,
el cuerpo con el que había chocado, lo observaba expectante
sin lograr entenderlo.
Ni siquiera intentó huir.

Se levantó despacio y se acercó a él
que permanecía tumbado en el suelo
abrazado a su luz.
Le tendió la mano para ayudarlo a levantarse.
Y él no sabía qué hacer.
Miró a los ojos del otro cuerpo
miró la mano que le aproximaba
y vio que esa persona
no era como él.

Su luz también parecía débil y pesada
pero sus ojos brillaban con determinación.
Y sonreía.
No tenía miedo.
Podía darle la mano, pensó.
Quienes le hacían daño, eran las luces, no las personas.
Y tomó su mano,
aunque le embriagaba el miedo
supo que nunca más podría soltarla.

El tiempo pasó más rápido que nunca,
aunque cada momento durara una eternidad.
Y no pasó mucho
hasta que él se fijó en la luz.

Ya no la temía,
ahora sabía que era parte de la persona que le daba la mano
La luz le llamaba, le pedía que se acercase;
la mano que aferraba se lo intentó impedir
no quería que tocase su luz
no quería que jugase con aquello que no entendía.

Pero él no escuchó,
se acercó a la luz de su acompañante
despacio, muy despacio.
Extendió su mano cubierta de yagas
que no aguantaría una quemadura más
y tocó la luz.
Sólo con un dedo, un leve roce.

Nada ocurrió.
Y el suspiro de alivio de los dos cuerpos unidos se unió en el infinito.

Pero para él no era suficiente,
aquella luz le atraía con su tenue brillo
que era el mismo brillo de los ojos que le habían salvado.
Y regalando una última mirada a su propia luz
que sin apenas brillar, seguía a sus pies,
abrazó a la luz que lo había hechizado.

Impotente, la mano que lo mantenía atado a la vida le soltó.
No entendía por qué él había hecho eso.


Alejó su luz del cuerpo inerte.
Y se marchó
Sin saber muy bien si le recordaba o no.

Hasta hoy, en aquel frío páramo,
aún se mantiene intacto su cuerpo.
Sumergido en un ataúd de besos
y cubierto por las lágrimas
que borraron para siempre la sonrisa
de la única persona que le había dado su amor.


****************

Fiiin~ =)

He sobrevivido a la primera semana de clases *-* Increíble pero cierto! :D
Preveo que este curso se me va a hacer muuuuy largo u_u De momento ya estoy harta ^^ Seguiré informando!

Abrazos rosas @_@... ¡Como los unicornios! :3

domingo, 19 de septiembre de 2010

Aire tejido (I)

Llevaba la luz encadenada a sus pies,
tan atrás como la densa neblina le permitía ver.

Cuando las noches eran oscuras
volvía sobre sus pasos y se abrazaba a su luz
cerraba los ojos
para no ver cómo la neblina lo engullía también a él.

A veces distinguía en la distancia
el brillo difuso de otras luces.
Algunas iban solas, y deambulaban perdidas
tal y como hacía él.
Otras iban en grupos,
avanzando juntas hacia quién sabe dónde.

Siempre quiso ser como aquellas luces
que avanzaban juntas, sin dudar de su dirección,
aunque ni siquiera ellas supiesen a dónde iban.
Pero nunca consiguió alcanzar al resto de las luces.
Tan sólo el leve roce de sus dedos
las hacía desaparecer más rápido de lo que él creía posible.

Quizá las otras luces no estaban hechas para él,
pensaba, mientras notaba como el peso de su luz
crecía con cada paso que daba.
A veces acariciaba por unos instantes una luz
y se dio cuenta de que muchas de ellas quemaban,
como si llevasen mucho tiempo encendidas.
Cuando tuvo las manos cubiertas de yagas y quemaduras
se resignó a la soledad.

Había acabado temiendo a las otras luces
aquellas que al tocarlas le hacían daño,
pero como no podía distinguirlas
se alejaba corriendo de cualquier punto brillante que veía,
por frío que pareciese.

Y al final se perdió, en su camino hacia ninguna parte.
Supo que estaba perdido porque estaba demasiado solo
hacía mucho, muchísimo tiempo, que no veía otra luz
y aquel sitio estaba demasiado frío.
Supo que estaba perdido
porque su luz se empezaba a apagar.
Cada vez pesaba más
y cada vez brillaba menos,
como si la luz que había ido creando todo ese tiempo
se convirtiese en frío y pesado plomo.

Cada vez le costaba más dormir
cuando la neblina se cernía sobre su cuerpo.
Aunque abrazase aquella débil luz que arrastraba
ella ya no le devolvía el abrazo.

********************

Continuará =)

Abrazos de luciérnaga! :3

sábado, 18 de septiembre de 2010

Nothing > Everything

-¿Por qué yo no puedo ser como ella? ¿Por qué en mi vida nunca pasa nada?
-Eso no es cierto...
-Sí lo es. Nunca podré ser como ella, no tengo ninguna magnífica historia que contar.
-Eso no es lo que importa. Después de todo, ¿de qué te serviría tener una historia que contar? Escribir un libro, un cómic... ganar dinero. ¿Y luego, qué?
-Luego... luego nada. Al final, eso es todo lo que significa nuestra existencia: nada. ¿no es así?
-¡Claro que no! ¿¡Cómo puedes decir eso!?
-¿Acaso es mentira? Dime entonces: ¿qué significado tiene vivir? Incluso si eres grande, un genio, si eres recordado, tarde o temprano la raza humana se extinguirá, no quedará nada de nosotros; no seremos nada.
-Eso no es cierto. Por ejemplo, ahora para mí, tu vida lo es todo ¿Crees que aún así, carece de sentido?
-No ahora, pero con el tiempo, tanto tú como yo seremos olvidados.
-¿Y qué importa eso? ¿Qué importa el futuro? ¿¡Qué importa nada cuando puedes tenerlo todo!?
-¿Qué es todo?... ¡Ni siquiera sabes que es!
-Todo somos tú y yo. Nuestro pasado y nuestro futuro. Este momento... Nosotros, lo que siento por ti ahora. Para mí, eso es todo.
-¿Y qué importa ese todo, si va a acabar muriendo, desapareciendo?
-¿Qué importa que desaparezca si alguna vez existió? Es suficiente. Para mí. Para ti. Suficiente para siempre.
-¿Qué sentido tiene entonces nuestra existencia, nuestras vidas... nuestra muerte? ¿Por qué hemos de vivir? ¿Para sufrir, para morir, para caer en el olvido? ¿Por qué continuar viviendo, estas vidas que son todo, sí, pero serán nada?
-Porque estas vidas... son todo cuanto tenemos.


Abrazos cosidos con sueños ^-^

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Mess

Con la luz roja murió, y la luz roja le hizo renacer.
Y dejó de ser él, y volvió a serlo, una y mil veces.
Encontró las sonrisas que creía perdidas, las verdades sin compromiso.
Admiró el dolor.
Y el tiempo cobró vida para hablarle de la libertad, de la vida, del alma...
Allí donde el Sol cae de golpe sobre ciudades invisibles y mares naranjas, dejando en la oscuridad a las ninfas verdes bañadas en sangre del color de la sabiduría.
Allí donde la luz se pierde y se cubre todo del color negro del agua al caer.
Allí donde los fantasmas son fuentes que te llegan al alma mojándote los pies.
Donde todos son lo que aparentan.
Allí el tiempo le habló de la eternidad, le enseñó que el dolor no duele, y le mostró la cara de la humildad, del olvido.
Y aún no sabe si ha podido escucharle.

Messy hugs =)=)

PD: Gracias por estar siempre ahí, manteniendo mi vida lejos de la realidad~

domingo, 12 de septiembre de 2010

Douitashimashite

Aún no me creo que lo hagas sin querer.
Esas risas, nuestros paseos.
Lo fácilmente que consigues hacerme feliz.
Con tan poco y todo se me olvida.

...Y luego quieres que no te odie.
Te quiero demasiado como para no odiarte.
Nunca me gustó la perfección.

¡Si es que vas provocando!
=)=)

Abrazos con alas~

sábado, 11 de septiembre de 2010

Y agosto se fue...

No necesito por ti el olvido. Nunca lo he buscado; nunca quise olvidar.
Aunque a veces el olvido venga a mí sin ser llamado.
No necesito el perdón. No hay nada que perdonar, ni quiero que me perdones.
Los errores fueron curados, con tiritas de tiempo y paciencia.
No necesito que se sequen las lágrimas.
No necesito que se compadezcan de mí. Quien lo hace es porque no te conoció, y no comprende que es a sí mismo a quien debe compadecer.
No voy a pedir tenerte a mi lado; tener tus abrazos, tu olor.
Sólo quiero que me digas qué es lo que he de hacer...
para que cada año, cuando agosto termina y las hojas bañan el horizonte de dorado...
...cuando vea tu nombre grabado sobre la piedra
el dolor no me haga volver a caer.

Sé que en algún sitio, un zorro escondió la esperanza.
Aunque tú ya no estés aquí, yo sigo buscando entre aguas verdes y mariposas.
Se que algún día, volveré a escuchar esa risa con color a tabaco y hierba mojada.

Para ti.
Donde estés.
Te echo de menos...


Hasta pronto.

martes, 24 de agosto de 2010

Hab dich Lieb~

Vivía en su diminuto e infinito mundo irreal, donde jamás importó la cultura, la nación, el idioma, la sabiduría o las creencias. Donde todos los mundos confluían y se entendían, donde se podían leer las almas, donde el bien y el mal habían pasado de moda.
Ratas que vivían en palacios.
Lores que vivían en cuartos de baño.
Ángeles que vivían encerrados en un sótano.
Vivía en su pequeño gran mundo, un mundo del revés, donde llovían gatos y perros y no existían las mentiras, las promesas efímeras.
Descubriendo la soledad en el centro de la multitud, en el lugar donde los espejos se ríen de ti, donde el tiempo se burla del pasado. Donde las despedidas no tenían lágrimas y no existía el adiós. Donde nadie estaba perdido, donde nadie se podía encontrar. Donde nadie quería a la gente con dinero y no contaba la gente, sino las personas.
Nada era mentira y todo estaba del revés, pero todo se entendía.
Vivía en su absurdo mundo ideal, donde los besos quemaban los labios y su sabor no caducaba; donde la gente daría su vida por un minuto, por un batido más.
Un mundo donde las sonrisas cotizaban al alza.

Hasta que llegó aquel día en que el tiempo cambió. Eran sólo las 5 de la mañana cuando su mundo empezó a destruirse, a esfumarse tal y como había llegado. Vio las colinas verdes consumirse por las malas hierbas; vio cómo todo lentamente cambiaba de lugar y de tiempo, dejando su reflejo atrás. Vio cómo la tierra bajaba del cielo y las palabras se hacían añicos.
Veía destruirse su mundo y no podía llorar; las lágrimas no estaban permitidas. No existía el adiós.
Todo se volvió blanco y todo desapareció. Y todo volvía a ser como antes, pero todo era diferente; quedaban los recuerdos, el dolor, quedaba el sabor imborrable de las luces apagadas y las canciones que no llegaron a sonar.
Sus latidos se descompasaron.
Nunca supo si quedó algo de su pequeño mundo irreal.


Abrazos a todo el MUNDO =)=)

PD: Si la distancia es el olvido...
...haré puentes con tus abrazos.

viernes, 30 de julio de 2010

Por qué odio Marzo.

De nuevo, sus ojos se abrieron bajo la ronca llamada del despertador, que acalló con un deje de ira.
Suspirando, se dio la vuelta en la cama, mirando al techo. Aquella melodía de despertador era desde hacía mucho el indicador del fin de su libertad. Con ella se acababan los sueños y se abría ante sus ojos la realidad. Cada vez odiaba más aquel despertador.
Dejó caer los brazos a los lados, sobre el cálido edredón que abrazaba sus sueños.
Y de nuevo, junto a ella, sólo sintió frío.
Un vacío que se extendía allí donde debería haber otro cuerpo.
Se giró hacia ese vacío, ese hueco que por sí sólo hacía que su vida pareciese incompleta.
Pasó una mano tímida por la almohada, acariciándola, como si a su vez acariciase aquella presencia, y se la acercó al rostro, aspirando su esencia. Aún olía a ella; su perfume, su sonrisa... todo estaba impregnado de su presencia. Y sin embargo, aquel hueco en la cama seguía helado.
¿Cuántos días habían pasado? ¿Seis, ocho?
No lo recordaba. No quería recordarlo, y sin embargo aquella sensación de vértigo se extendió en su pecho, como si su corazón se encogiese y creciese hasta salírsele del pecho, todo a la vez.
Como cada vez que pensaba en ella.
Hacía tanto que no la veía, y la echaba tanto de menos... Casi empezaba a acostumbrarse a aquel dolor frío que aparecía en su pecho con su ausencia.
Finalmente se levantó de la cama, en un intento desesperado de dejar olvidados en ésta sus pensamientos. Empapó su rostro en agua helada y se contempló a sí misma ante el espejo. Dos ojos negros, remarcados por ojeras de cansancio y pena, le devolvieron la mirada apenas sin reconocerse a si mismos.
Con un andar pesaroso se preparó para salir. Se duchó y vistió sin apenas ser consciente de ello, como un autómata dirigido por el sueño y la rutina. Se enfundó en su traje de oficina gris oscuro y se sentó a beberse un café en la pequeña mesa junto a la ventana. Sólo y cargado, amargo hasta la médula.
Cada día odiaba más aquel café matutino.
Mientras miraba por la ventana sólo podía pensar en lo bien que combinaba el cielo encapotado, de nubes y contaminación, con su sobrio traje gris. Nublado y contaminado, así lo habría descrito mentalmente.
Una funesta comparativa con su propia alma se perdió entre los últimos sorbos de café.


"Aunque haya pasado el tiempo, te sigo echando de menos. Espérame. No quiero creer que si yo no estoy, tú tampoco estarás. Te quiero, aunque sea sin faro ni luna. Guárdame esos besos con sabor a mar".

Abrazos desde el otro lado de las sonrisas ^^

jueves, 15 de julio de 2010

Recuerdos...

Dicen que el tiempo lo cura todo...

Pero yo aún sigo echando de menos aquellas noches
en que la Luna estaba al alcance de nuestras manos...

[@purtsi.deviantart.com]

Insomnio, S.A.

Me levanté en medio de la noche, nerviosa y empapada en sudor.

Hacía tanto que no sufría pesadillas que había olvidado aquella horrible sensación. Me abracé al áspero almohadón como si viese en ello alguna forma de calmar mi temor, y cerré los ojos apretando mis mandíbulas con fuerza, para no dejar escapar ni un sólo sonido, hasta que no pude más…

Odiaba aquellas noches, en las que las pesadillas me asaltaban, y no había nadie para abrazarme y decirme que sólo había sido un susto, alguien a quien contarle todas aquellas cosas que parecían tan banales, pero que me aterrorizaban, aunque me costase reconocerlo.

miércoles, 14 de julio de 2010

Tic-Tac, Tic-Tac...

Se acercaba mi final.
Ya no había tiempo para evitarlo,
no había tiempo para heroísmos.
Era como un cordero
corriendo hacia el matadero sin poder evitarlo,
cada vez más rápido,
sin poder saber si había otros caminos.
Era mi final. Iba a morir, lo sabía...
Lo sabía.
Oh, ¿¡Cómo no iba a saberlo!?
Si yo misma había cavado mi tumba.


Abrazos caducados ^^

martes, 13 de julio de 2010

Eyes

'Cause last night...
...our eyes were painted with smiles

Ahora empiezo a entender, pero para cuando comprenda todo, habrá cambiado de nuevo, y tendré que empezar de cero... Sólo necesito tiempo.


You'll always deserve what I can't give you...


...

lunes, 12 de julio de 2010

Labyrinth

Todo estaba oscuro.
Daba igual hacia donde mirase, hacia dónde avanzase.
Miles de caminos se abrian ante sus ojos, sin señal alguna, sin una luz que le indicase hacia dónde ir, que le permitiese al menos ver.
Quería salir de allí, pero era imposible encontrar la salida.
A veces caminaba mucho tiempo sin encontrar otro camino. Daba igual, al final siempre llegaba a un corredor, completamente igual y completamente diferente a todos los anteriores. A veces demasiado largo, y pensaba que no sería capaz de llegar al final. A veces demasiado corto, tanto que no tenía tiempo de pensar a donde se dirigiría después.
A veces las paredes del laberinto se estrechaban y no le dejaban respirar. Otras veces, se alejaban vertiginosamente hasta que dejaba de verlas.
Nunca supo cómo había llegado allí.
Pasó mucho tiempo hasta que supo donde estaba.
Murió en el laberinto. Nunca pudo vislumbrar la salida.
No había ninguna salida.


Abrazos que saben a goles~

Dictadores =)=)

Dictadores...

son gente curiosa.

...

Son esas personas que aman su país...

...pero odian a sus ciudadanos.

lunes, 5 de julio de 2010

I.M.Perfection

Me gustaría poder perderme

naufragar...

Y no encontrar el camino de regreso.

Y no tener que buscar.

No tener que preocuparme nunca por nada más.

Poder olvidarme

y borrar todo lo que carece de importancia.

Me gustaría tener el valor

para decir todo lo que me callo.


Menos mal que la felicidad no nace en la perfección.

Supongo que eso es lo que la hace perfecta.

D.U.

¿Quién iba a imaginar

que con tan pocas palabras

pudieses helarme las alas

y hacerme caer?


[@kajnova.deviantart.com]

domingo, 4 de julio de 2010

Remiendos

Tenía los ojos de color azul.
Del color azul de los sueños.
La gente perdía la mirada en aquellos mares que tenía encerrados. Siempre se sintió feliz de poder hacer sonreír a la gente. Sonrisas de color ámbar que complementaban sus ojos.
Pero aquello no era suficiente. Se dio cuenta de que, cuando sus ojos se cerraban, la gente seguía andando y olvidaba sus sonrisas.
Con el tiempo, se fueron construyendo a su alrededor caminos de sonrisas perdidas. Sonrisas que, de repente, caían al suelo y eran olvidadas. Sonrisas abandonadas que nadie echaba de menos. Porque eran sólo eso, sonrisas.
Pero su mundo estaba cubierto de ellas. Sonrisas que un día brillaban con luz ambarina, pero que el tiempo y el olvido habían hecho desteñirse. Era horrible ver cómo las sonrisas perdían su color.
Así que un día decidió borrar los caminos de sonrisas muertas. Decidió sujetarlas a los rostros que les daban la vida. ¡No podían caer y ser olvidadas!
Entonces se armó como pudo, y cargada de aguja e hilo, salió a la caza de sonrisas efímeras.
Niños, jóvenes, ancianos... daba igual. Daba igual la raza, el idioma, el color de la piel. Todos creaban aquellas hermosas sonrisas con luz propia ¡dispuestos a dejarlas caer y perderse! No podía permitirlo.
Con cuidado, uno a uno, fue tomando sus rostros entre las manos, y con infinita paciencia cosía las sonrisas a su piel.
No siempre era fácil.
Había quien no sonreía tan rápido, había quien reforzaba su piel para hacerle más difícil coser, incluso a veces el hilo se rompía, se le escapaba entre los dedos, y tenía que volver a empezar de cero. Pero no desistió. Cosió todas las sonrisas que pudo, sosteniendo un extremo de cada hilo entre sus manos, para darse cuenta siempre si alguna sonrisa debía ser reparada.
Por mucho que se alejase la gente, estaban cosidos con hilo y sonrisas a la chica de los ojos del color de los sueños.
Pero con el tiempo, los hilos se fueron desgastando. Muchos se rompieron, y la costurera de sonrisas no podía remendarlos todos antes de que desapareciesen.
Aquello la quemaba por dentro ¿Si ella, creadora y costurera, no podía cuidar de las sonrisas, qué sería de ellas? Se imaginaba aquellas frágiles sonrisas ambarinas, que con tanto mimo había cosido, cayendo al suelo, pisoteadas por la gente que no podía ver su brillo.
Y se esmeró más en su trabajo. Cosió más sonrisas, remendó sus errores e incluso buscó las sonrisas perdidas.
Pero pasado algún tiempo, descubrió que aquello no era suficiente.
Cuando volvía a encontrarse con las primeras sonrisas cosidas, no podía ver su brillo ¡estaban muriendo! Daba igual lo que hiciese, las sonrisas volvían a ella decrépitas y oscuras, habiendo olvidado el color de sus ojos. Tapando las sonrisas no nacidas, volvían a ella buscando el color azul de los sueños. Buscando el amor con que un día fueron cosidas.
Pero ella ya no podía verlas. Ahora las lágrimas tapaban sus ojos de sueños.
Sus manos estaban llenas con los hilos que sujetaban infinidad de sonrisas. Sonrisas que no se podían perder. Y con las manos llenas no podía curar a las sonrisas moribundas.
No podía moverse, y las sonrisas se alejaban. No podía verlas a través de sus lágrimas.
Y entonces llegó el dolor.
Los hilos tiraban cada vez más de ella ¡en tantas direcciones...! No podía seguirlos. Se tensaron, arañando sus manos. ¡Sus dedos! Los hilos de las sonrisas que escapaban la cortaban.
La sangre caía a borbotones a su alrededor, y la costurera de sonrisas, cegada por las lágrimas, no podía hacer nada ¡Nada!
Sólo sentir las sonrisas marchitas cayendo a su alrededor, como tanto había temido.
Y todas las demás, se alejaban de ella para caer en el olvido, llevándose sus hilos manchados de sangre.
Y entre sonrisas sangre y lágrimas, la costurera cayó.
Los pocos hilos que aún quedaban en sus manos regresaron, con sonrisas dispuestas a morir.
Pues ya no había ninguna costurera que las sanase.

Cuando las lágrimas cesaron, aparecieron bajo ellas los ojos del color azul de los sueños.
La costurera de sonrisas quedó tendida en la calle.
Las sonrisas que un día creó, todas las que cosió con amor, desaparecieron y cayeron en silencio, muy lejos de ella.
Las sonrisas muertas durmieron a su lado, buscando el azul de los sueños en el firmamento, a sabiendas de que no lo encontrarían.
Ella también miraba al cielo, pero no veía nada.
A veces, la gente pasaba a su alrededor, pisando sin darse cuenta aquel mar de sonrisas, sangre y lágrimas.
Y cuando esa gente veía sus ojos, no veía que estaban muertos.
Sólo veían el color azul de los sueños.
Y sonreían.
Para poco después dejar caer sus sonrisas.
Enterrarlas en el olvido.

Como habían hecho con la costurera, la de los ojos del color azul de los sueños.

sábado, 3 de julio de 2010

I'm sorry =)

No te odio. No, no es eso.

No estoy enfadada.

Simplemente es raro...

...No estaba en mis planes echarte de menos.

























A veces al menos la espera merece la pena =)

Este no es el caso... os chinchais ^-^

Abracitous :3

[@alejka.deviantart.com]

It's me...!

Niu blogito :3

¿Que para qué?

...Para llevarlo al fracaso =)=)
Bueno, puede que también porque se lo prometiese a Arthaxito y Chuvs, pero solo puede =)=)

No espero que este blog llegue muy lejos... de hecho dudo que dure algunos meses xD Pero bueno, se hará lo que se pueda ^^

De momento el estrés socio-vacacional me puede por todos lados -D-
Ya iré subiendo chorradillas varias =^.^=

Abrazos de colorines!