sábado, 23 de noviembre de 2013

Psy

Ojalá pudiese ir al psicólogo con alguien. Alguien en quien confiase, que fuese como oyente, sólo para obligarme a decir la verdad. Más o menos.

Me da mucho miedo ir al psicólogo.
Por si me dicen que tengo algo.
Por si me dicen que no, que soy perfectamente normal.

Que me digan que soy normal (sólo un poco exageradamente dramática, sólo un poco demasiado desagradable como para que nadie quiera estar a mi lado), significaría que no hay nada que curar.

Que no hay manera de arreglarme.

Igual así es como soy yo, y este es mi estado normal. Igual esto es lo que está bien.
Quizás todo el mundo sienta las cosas igual que yo, y simplemente sea demasiado débil.

Prefiero vivir pensando que he renunciado a la opción de arreglarme que vivir sabiendo que así es como van a ser siempre las cosas. Que voy a vivir y voy a sentir siempre así. Que no me espera nada más.

Pero ojalá no tuviese que vivir siempre con ganas de dejar de hacerlo.


viernes, 22 de noviembre de 2013

Nota mental.

Porque quién iba a pensar que el deseo era del color verde del cielo; 
que se escondía por las noches entre tus mantas,
por el día, en la curva de tu cintura.


Guárdate de los fantasmas que creen en el amor,
que te susurran y te atan las manos con mentiras a la espalda.
Aquí ya nadie es de verdad; y míranos, varaditas en este agujero.
Intentando seguir sin dejar de mirar nuestras propias pisadas.

No vuelvas a acercarte a un mago,
que son sólo ilusionistas a los que la profesión les viene ancha.
Quédate conmigo en el pozo, encerradas,
pero con las manos libres para fabricarnos las alas.

Que lo que yo quiero es que el cielo se nos quede pequeño
que los sueños no nos aten en corto.

No pueden esconder el mar,
no hay muros lo bastante altos.

Nadie ahí fuera merece ver este color.
Guárdalo y que sea sólo nuestro,
que sea lo que veamos cuando nos quedemos ciegas,
cuando nos acerquemos demasiado al sol.

Vamos a mandarlos a la mierda,
ya no bailaremos sus aguas,
no encenderemos su fuego ni daremos el viento para sus velas.

Que para saber que te quiero no necesito perderte.
Prefiero morir aquí contigo,
encerradas en el pozo,
soñando juntas que volamos por encima del cielo.