jueves, 9 de junio de 2016

Paciencia


"¿Qué queda después de las flores?"

                 ¿Después de las flores? No queda nada.

"¿Cómo puede no quedar nada? ¿A dónde van todas las cosas? ¿Dónde van el mirlo y la aurora, las canciones y los ríos, las lágrimas, los besos, la noche...?"

                 No van a ningún sitio, pero no se quedan. Dejan de estar. Porque ¿cómo iban a
                 estar los ríos, las canciones, los mirlos y los besos? ¿Qué sentido tendrían las
                 lágrimas tras desaparecer las flores?

"¿Pero cómo pueden dejar de existir? Si son tan reales... ¿Cómo van a dejar de estar si puedes verlos y tocarlos y sentirlos?"

                 Todas las cosas dejan de ser. Incluso el frío deja de ser cuando nadie puede
                 sentirlo, y sólo queda su recuerdo guardado en el próximo invierno. Pero hay
                 cosas que dejan de ser cuando aún puedes tocarlas y sentirlas. Hay besos que
                 mueren antes de ser dados, canciones que nunca serán escuchadas y amores
                 que desaparecen antes de haber empezado. ¿Acaso un mirlo al morir, sigue
                 siendo el mismo ser que cuando estaba vivo?
                 Tras las flores no queda nada. Todas las cosas que puede que hayan sido y todas
                 las que serán, hasta las cosas que no son, dejan de ser.

"¿Y si el mirlo muere cuando aún hay flores?"

                 Entonces espera con paciencia al final. Los mirlos muertos nunca tienen prisa.