martes, 29 de noviembre de 2011

La tortuga

Morimos por vivir buscando razones, buscando motivos. Para todo.

Porque cada parpadeo, cada sonrisa, oculta tras de sí un mensaje inalcanzable.
El sol no sale y se pone porque sí, no estamos aquí para ver morir cada día. Puede que no lo entendamos, que no hallemos una respuesta, sólo porque ésta es tan grande que nuestra limitada mente no alcanza a comprenderla.
Hay algo que mueve los hilos. Algo que nos lleva a cometer tonterías, a llorar por nuestros errores.
No estamos aquí para nada, nuestra vida tiene que servir para algo más allá de nosotros mismos.
Porque tiene que haber una razón para llorar, y tiene que haber un motivo para enamorarse.

Día a día, morimos buscando algo que estamos convencidos que tiene que estar.
Pero nunca está.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Left overs

Cada vez más cansada acostarme arropada por lágrimas que no deberían existir.

De ver que las sonrisas las quemaba el sol.

Cansada de odiarte. De echarte de menos.

Cada vez más cansada de irme a dormir y cerrar los ojos deseando sólo que cuando los vuelva a abrir, el mundo haya acabado.

Y de que nunca ocurra.

martes, 15 de noviembre de 2011

Luna lunera

Y sigo jugándome la vida por causas perdidas.
Porque son las únicas que merecen mi vida a cambio. Nunca daría mi vida por algo que se pudiese ganar con menos.

Sigo perdiendo porque puedo. Porque sé que puedo.

¿Miedo?
Claro. ¿Quién no tiene miedo a perder?

Sólo soy una idiota inconsciente. Siempre de la mano de la cobardía.
Es una sonrisa lo que me impulsa. La tenue esperanza de una sonrisa que no viene a cuento.

Ya estás llegando, y no sé si recordaré cómo te tenía que sonreír.
¿Crees que podrás borrar de mi mente la idiotez, la inconsciencia, la cobardía?
¿Los errores?

Aprendamos juntos a vivir de nuevo.

Comámonos la luna desde los balcones que cuelgan de las nubes.
Cada noche.
Hasta quedar ahogados en lágrimas y olvidos.
Y que sólo recuerdes aquella sonrisa novata. Aquella que no sabía cómo ser.
Para ti. Toda para ti.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Descruzada

No me importa el cómo.
No me importa el dónde.
Me da igual quién sea, y por qué.

Sólo quiero que llegue ya.
-Porque sé que llegará.

Y que no me vuelva a dejar quedarme dormida abrazada a un puñado de esperanzas de lo imposible.

Quiero dejar de tener miedo de que la moneda caiga de canto.