jueves, 26 de mayo de 2011

That's it

Llorar y reír al mismo tiempo. Con toda la fuerza que tu cuerpo pueda soportar. Con mucha menos fuerza de la que tu mente puede ejercer.
Ser infinitamente feliz. Y terriblemente desgraciada. Y por ser, no ser nada.
Querer luchar por cambiarlo todo, enfrentarse al destino. Y querer, en igual medida, dejarse abatir por el dolor hasta la muerte.
Soñar con tocarte y no querer volver a verte.
Querer arañar el cielo y morir ahogada.
Desear tenerlo todo. Desear morir abandonada en la nada.
No es poesía, es la verdad. Mi verdad.
Es disonancia.

Ya te dije que sería incapaz de explicarlo.

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