domingo, 16 de junio de 2013

Un poco.

A veces echo un poco de menos tu olor sobre mi almohada.

Eras todo hielo. Eso te gustaba pensar, y hacerme creer.
Quizás por eso me hiciese un poquito más de ilusión, porque hacía sentir al hombre sin corazón.
Pero cada vez que me sonreías de aquella manera, tenía miedo de que te fueses a derretir.

A veces echo un poco de menos llamarte y no hablarte.

Siempre me sorprendió lo mucho que el hielo quema.
Lo fuerte que se siente cuando te abraza.
Lo que brilla bajo la luz del sol o de una carcajada tras un absurdo juego de palabras.

A veces echo un poco de menos tener a alguien.

Me sigue gustando pensar que no existe el amor.
Pero quizás sí que te quería. Un poquito.
Te quería tanto que dolía.
Un poco.

Entonces no entendía como podía querer a alguien de esa manera.
Si yo no tenía corazón.

Ahora no entiendo como pudo desaparecer aquel dolor.
Si me hiciste pensar que tenía corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario