sábado, 9 de junio de 2012

Windows

En verano duermo siempre con la ventana abierta

para dejar pasar a los sueños desgastados.

Los que otros ya no querían.

Los que ahora, por las noches, me guían a mí.



Los sueños viejos me enseñan cosas nuevas.

Hoy me han enseñado a echarte de menos de una manera que no logro comprender...
Y ahora, aunque esté a tu lado, me duele sentirte.


En verano, vuelvo a ser un pez solitario.

Confía en mí:

Aún podemos atrapar las estrellas;
si saltamos alto.

Más alto.

Más.

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