En verano duermo siempre con la ventana abierta
para dejar pasar a los sueños desgastados.
Los que otros ya no querían.
Los que ahora, por las noches, me guían a mí.
Los sueños viejos me enseñan cosas nuevas.
Hoy me han enseñado a echarte de menos de una manera que no logro comprender...
Y ahora, aunque esté a tu lado, me duele sentirte.
En verano, vuelvo a ser un pez solitario.
Confía en mí:
Aún podemos atrapar las estrellas;
si saltamos alto.
Más alto.
Más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario