He mentido tanto que he acabado mintiendo verdades.
Y me ahogo por dentro pensando en cómo contártelo. Cómo decirte que durante todo este tiempo te he estado engañando, porque necesitaba engañarme a mí. Que aún sigo ocultándonos la verdad a ambos.
Quiero decírtelo todo, quiero limpiarme de esto. Pero nunca es un buen momento para perderte.
Y me consuelo pensando que no será para siempre, que en no mucho tiempo te olvidarás de mí, desaparecerás, y entonces qué importarán las mentiras, qué importarán las verdades...
Pero en mi cabeza resuena esa idea: ¿Seguirías a mi lado de haber sido sincera?
Y yo nunca sé qué contestar.
Si alguna vez lees esto, por favor, perdóname.
Porque te conté todas las mentiras que quería que fuesen verdades.
Pero fuiste el único a quien conté todas esas verdades que desearía que hubiesen sido mentira.
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