viernes, 11 de enero de 2013

Menos siete

Me he enamorado de nadie.

Te busqué por todas partes. Te encontré en Italia y la recorrí sin ti. Me diste la mano en Venecia y no la soltaste hasta llegar a Chicago, pero no estabas allí. Te he soñado en Roma, al son de esa canción que oyen los cuerdos. Te he llorado desde la ventana de un hotel de París. Fuiste mi secreto intercambiado en York, y una confusión en Dublín. Te perdí en Estados Unidos y ya no sé si te recuperé. Te abracé aquella noche, frente a Notre Dame, sin estar contigo.

Me he enamorado de nada.

Has tenido mil caras, mil almas. Y ya no sé contar las noches que has venido a mi ventana, a cortar el ruido del mar y enseñarme la luz de las cosas. Fuiste una niña que incendió el mar de oro. Fuiste un chico inocente, con demasiado corazón. Fuiste la cara de una diosa que bailaba a ritmo de rock. Fuiste aquel que sonreía para iluminar mis noches. Y ahora no tienes cara, ahora ya nunca estás.

La intención es lo que cuenta.



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