miércoles, 27 de abril de 2011

Have you heard...?

Déjame que te cuente...

¿Sabes? Hubo un tiempo en el que fuimos grandes.
Increíbles... Los dioses de nuestro propio mundo.

No me malinterpretes, no todo era perfecto.
Supongo que éramos demasiado dependientes de nuestro propio mundo. De todo aquello cuanto habíamos creado.

¿No lo recuerdas?
Ya, supongo que es normal. En aquel momento no le dábamos tanta importancia a las cosas; simplemente no creíamos que pudiesen acabar.
Sí, eso fue otro error.
Pero nunca habíamos conocido otra cosa, ¿cómo íbamos a saber que acabaría?
Ni siquiera pensábamos en ello.

Sí, lo echo de menos. Claro.
Era un mundo bañado en felicidad, sin necesidad de nada.
Cuando realmente queríamos algo, sólo con pedirlo aparecía ante nuestros ojos.
Pocas eran las veces que el sólo desearlo fallaba, y ni siquiera eso podía preocuparnos.

Éramos seres de otro mundo.
Traficantes de sonrisas.
Ojalá pudieses recordarlo.

No nos preocupaba el amor, ni la amistad. Lo teníamos asegurado.
Como tantas otras cosas.
Como los sueños.

¿Sabes lo que echo mucho en falta?
El poder ser una princesa rodeada de sapos...
...sin tener que preocuparme por ningún Príncipe Azul.

No hay comentarios:

Publicar un comentario